Reeducación para eliminar el piropo

13 de enero de 2016
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Edición de estilo: Nadia A.

Estoy casi segura de que la persona que está leyendo este artículo ahora mismo es de género femenino en dado caso de que me equivoque presta mucha atención a lo que leerás a continuación. ¿Alguna vez has dudado en utilizar alguna prenda de vestir? Quizá en ponerte una linda falda, algún vestido de rayas de los que tanto están enamoradas las chicas en Instagram o aquellos que tienen en la parte de la espalda un escote muy sutil.  Piensas un momento antes de tomar tu elección, ya que al salir de casa con tu deseado outfit temes recibir piropos de mal gusto, hombres haciéndote  gestos vulgares, mujeres tachándote de imprudente y, en el peor de los casos, llegar a ser tocada por alguien indeseable. 


Pero no sólo lo cavilas con cierta ropa “provocativa”, sino que también con la más insignificante, como las populares medias arriba de la rodilla, ropa deportiva de licra o diademas con detalles monos, simplemente porque se te ha dicho que éstas estimulan el acoso sexual. De manera similar, muchos hombres se han sentido menospreciados cuando usan pantalones entubados o alguna playera de color que no va de acuerdo con lo "masculinos", y es nombrado “marica” por su elección. ¿Por qué la ropa estimula este tipo de reacciones? ¡Son simples prendas de vestir!

Muchas mujeres tememos tomar un taxi por el pavor de sufrir alguna violación, caminar solas durante la noche o meterse en un vagón del metro lleno de gente por evitar el “manoseo” del que muchas hemos sido víctimas. ¿Acaso es nuestra cruz por ser  mujeres? Aún hay muchas personas lo toman como algo normal y cotidiano, algo a lo que te debes de acostumbrar, debido a que así son los hombres (no todos) y ese “instinto” es parte de su naturaleza. ¿Naturaleza? Cuando las personas me dicen esto me imagino algún tulipán floreciendo o las gotas de lluvia caer en mi jardín, pero jamás me imagino a un hombre silbándome o tratando de toquetearme en contra mi voluntad. 

Ésta es nuestra triste sociedad, te preguntarás si esto algún día acabará, lo que te puedo asegurar es que se trata de un arduo trabajo moral y social por parte de todas las personas. Empieza desde la casa, la escuela y hasta las calles. ¿Cómo? Reeducándonos bajo la premisa de que la importancia y valor de las personas no se mide en la modestia al vestir. No es necesario darles una cátedra de igualdad de género, pero sí planteárselos de una manera más social, explicar lo erróneos que son  los piropos groseros, que es cruel decirle “puta” a una mujer por llevar tacones altos o mirarle el escote, aunque éste le llegue a las pestañas. ¿Por qué? Por que debemos evitar cosificar a un ser humano

La reeducación se empieza desde pequeños, pero también se pueden crear grandes cambios si tú misma (o tú mismo) pones el ejemplo:

  • No llames “zorra/puta” a la chica que se atrevió a salir con falda de cuero, o cualquier otro tipo de ropa que ella ha decidido y tiene derecho de usar.
  • Dile a tu amigo que está mal hablar de una mujer como si fuese un pedazo de carne.
  • No le enseñes a tus hijos que el color rosa es únicamente para mujeres y el azul para hombres, deja de perpetuar esteriotipos.
  • Chicos (y no me dirijo a todos) no queremos tu atención, no queremos saber si con tales jeans nuestro trasero se ve más grande ni lo mucho que deseas quitarme el abrigo para ver qué escondo debajo. 

Queremos, tanto hombres como mujeres, sentirnos con la libertad de salir a las calles, de fiesta, al trabajo o a la escuela como queramos. Sin tener que pensar cada mañana que ropa llamará menos la atención. 

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