El amarillo siempre me ha recordado dos cosas: La canción de Coldplay y el color favorito de unas de mis mejoras amigas de la infancia, compartíamos gustos en música, en caricaturas (¡Sailor Moon!) y podíamos comernos cajas de pizzas enteras... pero algo que no entendía era como podía gustarle el color amarillo. Conforme ha pasado el tiempo he dejado de preguntarme eso (vaya, que tengo gustos bastante inexplicables).
Respecto al vestir, en los últimos dos años he tratado de construir un guardarropa consistente inspirado en mi época de moda favorita, los años 60s: Faltas, vestidos, pantalones de pitillo, todo tipo de flats y loafers, zapatillas de tacón bajo punta en v, y respecto a colores voy de monocromáticos a mis tres colores bold favoritos: Rojos, azules y verdes. Es una paleta versátil, que me permite combinar todas las prendas, y me ha ayudado a ir desarrollando un estilo chic femenino. Sin embargo, cuando estoy buscando inspiración en revistas vintage o pasarelas recientes con toques retro siempre veo el color amarillo.