La idea de esta nueva sección es compartir aquel objeto que capturó mi atención a lo largo del mes. Suelo tener estos ataques de curiosidad, dónde me intereso por algo nuevo y busco todo de ello, aprendo un poco, identifico que parte de ello es lo que me gusta y continuo con otra nueva obsesión.
Durante el pasado mes quedé prendida de la pintura de Malcom T. Liepke (1953), un pintor estadounidense de 62 años y, hasta hoy en día, sumamente prolífero. Estudió menos de dos años en un centro de arte en California, pero estaba tan insatisfecho, que decidió dejar los estudios y mudarse a New York, "Cuando me mudé, empecé a ir a los museos y el aprendizaje de todos los grandes artistas ... Velázquez, Whistler, Caza, Vuillard, Sorolla y otros. Aprendí color, la composición y la tecníca. Me di cuenta de que su trabajo era mi tipo de trabajo. Ellos eran mis héroes, así que me convertí en su estudiante ".
Lo que me gusta de sus pinturas es la combinación del placer sensual y de la introspección plasmadas en escenas casuales y retratos: Abrazos apasionados, labios hinchados, miradas hacia el espectador, miradas penetrantes y aveces lujuriosas, cuerpos desnudos cubiertos de boas de plumas, de sábanas y de otro cuerpo. Me delato un poco voyerista al admitir que encuentro en muchas de sus fotos una escena cómo de foto instantánea que sólo dos amantes conocen. Liepke ha trabajado muy bien la dinámica entre el espectador y su pintura, y conmigo, esa fórmula ha funcionado a la perfección.
Como ven, su trabajo esta lleno de pinceladas audaces, bien estudiadas pero libres, de fondos dinámicos, incluso aquello que parecen vacíos, si los observas bien y te enfocas en ellos, los personajes se vuelven borrosos, y florece el fondo de mil maneras. Sus personaje estan contenidos en líneas sumamente anguladas, puedes ver los golpes y delimitar los espesores, y disfruto de ver la piel trabajada hasta lograr la suavidad. Una pintura cambiante e imperfecta que captura una humanidad casi atemporal, que es igualmente cambiante e imperfecta.
El trabajo de Liepke está en las colecciones del Museo de Brooklyn (Nueva York) y el Smithsonian (Washington, DC), así como numerosas colecciones privadas.
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